El que más sabe

En la era industrial, el que más sabía estaba arriba.

En la actualidad y el futurible inmediato, el que más sabe estará abajo.

Abajo no es malo. Abajo es la base de la piramide, la capa que produce utilidad, el motor de un cambio.

Con todo lo que sé en mi área, no sé programar. Necesito al que más sabe de programación para diseñar las herramientas.

Todo porque si lo hago de cualquier otra manera, pronto estará obsoleta en practicidad, conectividad y utilidad. 

Habré trabajado con un horizonte demasiado cercano en mente que pronto se me echa encima.

Así que necesito buscar conocimiento. Al que más sabe. 

No le debo tener miedo, ya que el sabe más en su área y aportará su granito a un eslabón de la cadena. Igual resulta ser el más importante en la fase de ejecución y eso no tiene porque ser malo.

Malo será no conseguir nada por no tener cerca al que más sabe.

Continuidad, persistencia y compromiso

Imagina que algo te ilusiona.

Imagina que confías en alcanzar esa meta.

Imagina que te sientes cómodo.

Imagina que cada día es un día que estás más cerca.

Imagina que despiertas...

Me mueven las emociones. Me motivan las personas. Me empujan los hechos.

Cuando las dudas inundan el criterio y permiten que sean los miedos quienes emitan los juicios; cuando ya no miras hacia delante sino hacia atrás, hacia abajo; cuando con los ojos cerrados dejas de ver con claridad, hazte estas preguntas:

1. ¿Todo lo que hago tiene continuidad?

2. ¿Cada vez que me encuentro con un obstáculo, lo supero con persistencia?

3. ¿Tengo el compromiso absoluto con mis objetivos?

Si la respuesta a todas es "SI", estás en el camino. Quizás solo necesites volver a pararte y respirar profundo.

Si entre las respuestas encuentras un "NO" es posible que te hayas desviado de la ruta mientras no mirabas.

Vuelve a cerrar los ojos. Deja que sea la imaginación quien te guíe y no el miedo (al éxito incluso).

El guerrero de la luz lo sabe: todo el mundo tiene miedo de todo el mundo. 

Este miedo generalmente se manifiesta de dos maneras: a través de la agresividad o a través de la sumisión. Son aspectos del mismo problema.

Por eso, cuando está delante de alguien que le inspira temor, el guerrero se acuerda de que el otro tiene las mismas inseguridades que él, pasó por obstáculos parecidos, vivió los mismos problemas. 

Pero está sabiendo manejar mejor la situación. ¿Por qué? Porque él utiliza el miedo como motor, y no como un freno.

Entonces el guerrero aprende del adversario, y actúa de la misma forma.

El Guerrero de la Luz (Paulo Coehlo)

Querer aprender y aprender a querer

A lo mejor la solución al problema reside en querer aprender.

Hay conocimientos que no tengo, experiencia en nuevas áreas que no poseo. 

Por el contrario el interés por adquirir nuevas aptitudes me inquieta. Supone un reto que me motiva hasta el punto de sentir la excitación por adentrarme en nuevos dominios.

Y claro, todo se basa en la inquietud por ampliar la base de conocimiento y poder hacer cosas nuevas con el mismo tiempo del que dispongo.

Para lidiar con ambas limitaciones, conocimiento y tiempo, tendría que aprender a querer.

Aprender siempre aporta más cuando se hace de forma interesada.

Querer siempre llena más cuando se hace de forma desinteresada.

Solo con querer aprender seguro que te acercas más a lo que llena tu corazón.

Solo con aprender a querer seguro que llenas tu corazón con lo que mantienes cerca.

La Imaginación lo es todo

Todo lo que se puede imaginar, es real.

No me imagino estar donde estoy sin una alta dosis de imaginación.

Solemos asociar la imaginación a la creatividad. 

Resulta que, de ahora en adelante, será nuestra capacidad de ser creativos con nuestras habilidades e inquietudes lo que nos facilitará la vida.

El saber, del que se dice que no ocupa espacio, va a necesitar ir acompañado de una creatividad que lo haga más aplicado, más útil, más escalable.

Y para conseguir este objetivo vamos a necesitar lo mejor de nuestra imaginación.

Pienso que lo mejor de esta oportunidad es que la imaginación no tiene dueño, ni signo político y, sin duda, no pertenece a ningún grupo de poder ni terrateniente local.

Me temo que ha llegado el momento de confiar en nosotros mismos y dejar que nuestra imaginación nos haga libres.

No somos nada sin ideas. No somos nada si no hacemos nada con las ideas.

Lo estratégico

Será estratégico todo lo que sirva tu propósito.

Será estratégico todo lo que explote tus mejores cualidades.

Será estratégico todo lo que no suponga un esfuerzo adicional.

Será estratégico todo lo que te acerque a tu visión.

¿Tienes una visión para tu planes? Sin visión no hay plan. Sin plan no puede haber estrategia, solo tácticas y reacciones cortoplacistas con elevado coste emocional y de recursos. Tiempo sobre todo...

Siente tu visión. Diseña un plan. Se más estratégico.

Y cuidado!! No confundas ser estratégico con ser interesado. Seria como confundir humilde con débil o atrevido con valiente.

Vidas Rentables

Suena la palabra y enseguida nos encontramos pensando en el capitalismo rampante que ha robado parte de los logros acumulados de nuestra sociedad.

Y luego la palabra resulta no ser tan nociva como parece... Rentabilidad.

De hecho, el concepto que presento hoy podría ser la solución a miles de problemas y cambiar a un país entero.

Si la rentabilidad es el margen de beneficio integrado en un resultado, si de cada resultado logrado en nuestras vidas consiguiéramos un margen (y no económico), disfrutaríamos de unas vidas sanas, sostenibles y rentables.

Sin complicarlo...

Disfrutar con lo que hacemos, sacarle rentabilidad al interés que ponemos en nuestro trabajo.

Disfrutar con las exigencias de nuestros compromisos, sacarle rentabilidad a la implicación y la dedicación.

Disfrutar con la lucha por mantenernos firmes con nuestros propósitos, sacarle rentabilidad a la ilusión y la confianza.

Y así con todo en la vida. A cada reto, a cada situación exigente que nos ponga a prueba, sacarle la mayor rentabilidad posible manteniendo la mente fría y el corazón templado.

No por buscar un equilibrio constructivo se vive menos intensamente.

No por guardar silencio se es más débil.

No por buscar llevar vidas rentables nos domina la codicia.

Rentabiliza tu vida. Consigue el mayor retorno posible de tu entrega diaria.