No me imagino estar donde estoy sin una alta dosis de imaginación.
Solemos asociar la imaginación a la creatividad.
Resulta que, de ahora en adelante, será nuestra capacidad de ser creativos con nuestras habilidades e inquietudes lo que nos facilitará la vida.
El saber, del que se dice que no ocupa espacio, va a necesitar ir acompañado de una creatividad que lo haga más aplicado, más útil, más escalable.
Y para conseguir este objetivo vamos a necesitar lo mejor de nuestra imaginación.
Pienso que lo mejor de esta oportunidad es que la imaginación no tiene dueño, ni signo político y, sin duda, no pertenece a ningún grupo de poder ni terrateniente local.
Me temo que ha llegado el momento de confiar en nosotros mismos y dejar que nuestra imaginación nos haga libres.
No somos nada sin ideas. No somos nada si no hacemos nada con las ideas.
Publicar un comentario