Nos han enseñado a no olvidar, a acumular. Tanta carga nos ralentiza, nos impide ser flexibles para absorber los nuevos datos. Analizar nuevos contextos. Sacar nuevas conclusiones.
Olvido lo aprendido para aprender lo nuevo y desconocido.
Aprender no consume espacio aunque ocupa RAM. Y sobre todo, consume ilusión. Nuestro combustible para vivir, eterna fuente de motivación.
¿Te contagias? ¿Contagias? Quién es tu fuente? ¿Quién te ayuda a olvidar lo obsoleto? ¿Quién te hace aprender a asumir nuevos retos?
Publicar un comentario