Saulopolis. Mi urbe. Donde todo es posible.
Un lugar para buscar la excelencia sin pretensiones.

23 de julio de 2014

Empatía subyacente

+ Escribe un comentario
Me sorprende reconocer que la idea de vender siempre ha supuesto un reto.

A puerta fría, intimida. Por muy buena que sea la propuesta, el interlocutor no deja de estar a la defensiva.

Aún así, tocándome el ataque, el miedo al rechazo intenta asomarse a ver que tal. Oximoron de intenciones.

Otra cosa distinta es que se acerquen en busca de tu producto. A la defensiva parece que esta uno, bajo el escrutinio inquisitivo.

Y mi favorita es la que ocurre pero no se tiene en cuenta. La que es producto de la empatía subyacente.

Una mirada, una venta. Lo mejor de todo es que no hablo de dinero, hablo de compromiso.

Vender compromiso a los demás es un riesgo. Lo pueden tomar o no quererlo, como todas las demás cosas a la venta.

La diferencia es que el compromiso que vendemos solo se compra si generamos empatía. Para vender más, ya sea ideas o servicios, menos agresividad y más empatía. A cualquier nivel.

Publicar un comentario