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11 de octubre de 2013

Cuerdas en la sinfónica

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Coordinar esfuerzos es tan complejo como hacer que suenen bien los 30 instrumentos de una orquesta.

La cadencia de las notas, el tono de las cuerdas, el ritmo de los tambores, la intensidad de las trompetas.

Y así es trabajar en equipo. Dejar que cada instrumento suene alegre y coordinado. 

También existe el director de la orquesta. Aquel que lo oye todo pero no oye nada. Escucha el conjunto y alerta de lo que suena de más, alerta de lo que empieza a desequilibrar la armonía.

Y lo hace con suavidad. Con prudencia. Una mirada. Un gesto. Consigue alertar al músico sin distraer la orquesta.

El director entiende que es un privilegio coordinar el talento que tiene a su disposición. Su talento es coordinar.

En el mundo de la empresa el director debe entender cual es su función. 

Siempre se tratará más de orientar y desarrollar el potencial de su equipo que de dejar claro que es el director. Conseguir que se haga lo correcto de la manera adecuada.

Se lidera por ejemplo. Se lidera arrastrando y no empujando. Los músicos quieren formar parte de la orquesta. Los empleados quieren formar parte del proyecto.

Si eres el empresario o el director, piensa en como hacer que tus músicos se sientan artistas. Te lo agradecerán con su esfuerzo y harán sonar las mejores notas.


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