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9 de septiembre de 2013

Ponte cómodo. Vamos al banco.

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Lo común para los autónomos y empresarios PYME es no querer pagar impuestos. Viendo como los políticos que ganan las elecciones saquean los recursos públicos que tanto nos cuesta liquidar periódicamente, a pocos les apetece ser buenos conciudadanos... ya que nos roban, defraudemos nosotros.

Y de repente, hay que renovar las pólizas. Hoy mismo, en una visita al banco, el director de la oficina de uno de los bancos con los que trabajo habitualmente (poco, he de reconocer gracias al poco - en retorno - interés que demuestran en prestar un servicio diligente) se sorprendió porque en mi renta 2012 aparecía un resultado positivo.

"Claro!!", pensé. "Cómo pretendes que venga aquí a verte, a negociar una refinanciación, cuando los bancos de hoy no prestan atención a todo lo que suponga incrementar sus riesgos...", me contesté al pensamiento inicial. "Que irónico!"

Y seguí a la deriva... 

"La banca debe ser el único servicio en el que da completamente igual el cliente. Es algo similar a una extorsión asumida por la población, permitida por los políticos y alentada por los directivos.

En un entorno en el que la morosidad esta disparada a cotas supuestamente insostenibles, con la economía real saliendo lenta y dolorosamente de una recesión creada por los propios bancos con su mala gestión de los riesgos (los bucles de la lógica), los hay en el sector de la banca que comunican que han multiplicado sus resultados hasta 5 veces en comparación con el mismo periodo del año anterior. 

Es decir, a pesar de tener un gran volumen de créditos incobrables y unas provisiones contables tremendas, los beneficios se multiplican. 

Es un secuestro económico a la sociedad hasta que el sector se recupere. 61.800 millones de euros  en créditos de la EU, pagados con nuestros impuestos, inyectados a los bancos. 10.000 millones de euros negados a la educación. 10.000 millones de euros negados a la sanidad.

Y regresé a la oficina a la vuelta de mi viaje mental...

"Si es correcto. En anticipación a mis necesidades de financiación, declaro la renta real que resulta de mi actividad económica. Como puedes apreciar en la gráfica adjunta, se ha multiplicado por 5 en tres años. 

Pero ojo, te garantizo que ha sido a base de mimar a mis clientes, valorando sus inquietudes y prioridades para conseguir que sus situaciones profesionales y personales mejoren. Aunque ello me haya supuesto horas excesivas de trabajo y ofrecer mucho más de lo que pagan. Un interés genuino por ayudar." (Tenía el pitch preparado en la mente desde hace 2 meses, lo que había transcurrido entre el día que envié los datos que me solicitaron y el día en el que me senté a plantear la operación)

"Si claro, estamos en una etapa en la que hay que hacer esfuerzos para mantener los clientes. Si no se van a la competencia buscando mejores precios," me dijo él, sin reparar en lo que decía.

"Quizás mejor servicio," contesté. "Yo realmente no tengo ese problema. Hace tiempo que no compito en precio sino en calidad e implicación." Traslado su mirada de la pantalla a mi cara. El golpe fue certero.

Me sentí cómodo. Llevaba planificando la reunión desde Abril.

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