No hay nada escrito sobre quién debe recibir más o menos.
No siempre uno recibe lo que merece aunque, suele ser que, cuando mereces lo que recibes te conviertes en mejor persona.
No hay nada malo en aprender de las adversidades.
No hay nada de malo en aprender de los errores.
Y no pares a preguntarte, ¿porqué a mí?
Pregúntate, ¿qué lección puedo aprender?
Pasa de la pregunta de la víctima, ¿por qué a mí?, a la afirmación del protagonista porque a mi...
Todo lo bueno te puede pasara ti.
Publicar un comentario